No te creo lo que te crees, tal ves porque no intentas hacérmelo creer. No te compro, no te sigo, no te entiendo, pero quizás te admiro y es que tienes talento dentro de ti, una suerte de gracia divertida y especial, pero que se ve empañada por los modales precarios y la ausencia de diplomacia - si! los rockeros también saben ser educados, pero desafortunadamente tú, no.
Cuando te acuerdes de aquello, sabrás como rectificarlo provocando una sutíl y amnésica actitud en quien te pregunta con ganas y a gritos: por qué eres taaaaaaaaan rockstar?!!. La respuesta, algún dia la entenderé, por mientras solo me quedo con tu seudoimagen carismática, que promete y hasta entusiasma, pero vaya que es falsa… o quizás no es tan mentirosa, pero si deja bastante qué desear.
Un basureo poco, no le hace mal a nadie… o si?
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