sábado, octubre 24, 2009

Buen Viaje!





Tras muchas horas de un tedioso trayecto conseguí entender que vale la pena atravesar el atlántico para estar al tanto de lo que sucede al otro lado del mundo. Por innumerables razones existe el interés por conocer y reconocer otras ciudades, comprendiendo a grueso modo comportamientos y sistemas de vida que explican el porqué de tal espectáculo social. Casualmente, te encuentras con detalles que lentamente ayudan a crear una interpretación, comprendiendo que cada lugar tiene su propia identidad que no es más que la cotidianidad ya existente.
Antes de esta travesía me propuse encontrar rasgos que naturalmente están en juego al momento de diseñar, proponiéndome ir en busca de identidades que regulan esta disciplina, sin embargo, la gran sorpresa fue enterarse de que la identidad local solo establece códigos de entendimiento comunicacional y no significa netamente la esencia del diseño local . En otras palabras, cada ciudad contiene un sistema de códigos que son de su propio entendimiento y que no necesariamente es la base de un diseño diferenciador. Se entiende entonces al diseño como algo global que emplea códigos locales para atender diversas necesidades, las cuales emanan de un comportamiento social en particular.

jueves, octubre 15, 2009

Dear Sr Lynch


Un episodio tiene mil maneras de ser contado, sin embargo existen algunas que probablemente consigan ser innecesariamente compuesta de momentos que confunden y hasta desvían el rumbo de la continuidad de la trama. La película Lost Highway contiene un principio y un final que perfectamente pudieron haber sido una película por sí sola, sin contar lo que sucede en el desarrollo de la cinta. Es una película no lineal, donde por algunos momentos la trama no resguarda mucho sentido.

A ratos se piensa que existe una esquizofrenia que atormenta exclusivamente al espectador, donde no podemos definir el porqué Fred Madison es de un momento a otro Pete Dayton, presentando un borroso y denso argumento, convirtiendo a la obra de Lynch en un encuentro con lo confuso y lo surrealista, lo extraordinario de verse a sí mismo y no tenerlo en cuenta, que formula sensaciones a ratos de desesperación, pero que aún así se mantiene el interés por enterarse de qué es lo que sucederá finalmente. ¿Será que David Lynch propone que muchos de nosotros realmente no sabemos nada de nosotros mismos?, quizás Pete Dayton es la respuesta a nuestras verdaderas culpabilidades, a nuestro actuar incorrecto e incluso al que debiéramos amonestar por equivocarse.

A ratos violenta y en otros más tranquila, con una banda sonora que podría complementar el estilo del protagonista, una música subterránea y de intérpretes conocidos. La presentación visual contiene la oscuridad y turbiedad de la trama, con colores intensos y escenarios que describen sensaciones urbanas de vidas atormentadas. La sobreexposición a ratos de los actores en numerosos close up y la gran cantidad de movimientos en slow motion juegan con la trama de la historia y le dan un valor agregado a una interesante propuesta cinematográfica. Además, existen ciertos detalles que caracterizan la cinta, un ejemplo, el momento en que Fred Madison ( protagonista ) está en la fiesta y ocurre el encuentro con un personaje que está al límite de lo real, la música se detiene, denotando un momento tenso y que hace que ambos personajes queden prácticamente fuera de escena.

Las escenas catalogadas como eróticas, no son más que escenas de estudio, con un detalle en la filmación que pone en evidencia el talento y la capacidad de retratar el detalle místico del momento en cuestión. La protagonista de estas escenas, Patricia Arquette, tiene en la película una apariencia que está en el límite de la belleza, con su aparente estilo Barbie, de aquellas descuidadas y deslavadas, pero que de todas formas emana una sensualidad que seduce. Y si de personajes se trata, el hombre misterio se roba protagonismo, por su perturbadora e irreal apariencia, que hasta provoca risas nerviosas.

Existen muchos cuestionamientos respecto del argumento, que seguramente no se resolverán ni con ver la película cientos de veces o quizás no es necesario ni si quiera cuestionarlos. A ratos te preguntas el porqué la persistente frialdad entre Renée y Fred , o cuál es la razón para que gran parte de la cinta sea en pijamas y que un buen trozo de la historia ocurra solamente dentro de la casa de Fred. ¿Será que al director le gustan tanto los misterios, que ni él se molesta en resolverlos a lo largo de la cinta?.

jueves, octubre 08, 2009

El lado B de la Sumpremacía Rusa



Definitivamente es parte de lo desconocido, ante los conocimientos adquiridos en los libros de historia universal. Y es que siempre estuvimos al tanto de que Rusia hasta mediados de siglo fue la gran potencia mundial, conociéndose tal anuncio religioso a principios del siglo XX. El acorazado Potemkin denuncia las condiciones extremas, a ratos miserable, en que una de las principales fuerzas humanas de la incipiente revolución mundial se encuentra violentada por el hambre y malas condiciones para dormir.
Dentro de la película se transmiten varias analogías, una de ellas es el momento en que hierve la sopa al mismo tiempo en que los hombres se muestran agitados y conmocionados por las incomodidades que les afectan. Previo a esto, la repugnante condición de los alimentos con gusanos carcomiéndose la carne, situación que inevitablemente alude a una forma de vida dentro del barco. Esto último es lo que gatilló el grito de decenas de tripulantes, trabajadores incesantes supeditados a los mandatos de un oficial, haciéndonos la idea de cómo se gestó la gran revolución Rusa del siglo XX. Sin embargo, parece ser que la guerra no estaba afuera, sino dentro de este barco, o al menos, así lo cuenta Sergei Einstein en esta obra.
Por otra parte, está presente el infaltable mensaje que habla de la Rusia Comunista ”muerto por un plato de sopa”, parece ser que solo el pueblo podría morir por ese motivo, retratando jerarquías con mal uso de poder, paralelo a las ansias de igualdad. Seguido de esto, está lo valorable que es pelear por ello, interrumpiendo el Zarismo y haciendo de la unión, la fuerza. Einstein también nos habla del poder, pero de aquél que surge al enfrentar la realidad y no al hacer caso omiso a ella. Y es que el saber tomar decisiones nos atribuye cierta soberanía sobre quienes se arrancan.
Todo el argumento de esta obra tiene una manifestación que radica en dar a conocer una gestación de poder, pero de un poder que no trata sobre altos cargos, sino de aquél que emana de manera auténtica desde cada ser humano.
Se trata de una obra narrativa, con un argumento extraído de la realidad de aquellos años y con una temática revolucionaria. De pronto se vuelve una historia bélica e inquieta, donde prima un sentimiento de liberación y revolución, exigiendo respeto e igualdad para todos en una Rusia finalizando los años 20 llena de cambios y evoluciones en el contexto histórico.