Siempre lo supe, a veces lo admito, pero nunca me avergüenzo de ello. Algunas veces hasta me siento orgullosa y es que no es malo darse cuenta de que puedes ser y no parecer a la vez (y viceversa!). No te confundas, tengo mis principios, sin embargo, la pérdida de ellos no es más que el resultado de un juego causa-efecto, algo así como un dime con quién andas y te diré quién eres. Sería muy agradable saber quién pudiera ser el responsable de esto, pero aún no lo se. Solo te aseguro que mientras más lo cultives, más te lo agradeceré y es que así la vida sería menos triste, menos estresante y mucho mejor, pues, la locura compartida siempre puede llegar a ser el fundador de un fuerte lazo –sin especificar: amoroso o amistoso- a veces momentáneo, a veces para siempre.
Mientras tanto a tu alrededor, puede pasar que ser una loca en potencia de para ciertos prejuicios, especialmente de parte de las graves y amargadas-uuuy!- aguantando que te digan que eres la calladita, la que no quiebra huevos, la que sabe pero no cuenta, la que se ríe en la fila, la que sorprende y así podría seguir, pero NO! Para su información -queridas premio limón- La loca en potencia solo vive, siente mucho y fluye, pero siempre usando su materia gris para poner límites. ¿Te lo explico mejor? Por fuera loquilla, por dentro magistralmente cerebral, casi una doble personalidad que podría colapsar a muchos y provocar malos entendidos frente a tu persona, pero que tú (…si, a ti te hablo) no puedes negar que es más sabroso por hacerte pasar la vida intentando entender, antes que sabiendo a ciencia cierta lo que tienes.
Nada personal!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario